El 4 de septiembre de 2023, Las Pedroñeras sufrió una nueva riada; sí, en plena feria. Todo el barrio del Coso, de las Eras del Charco y de la Avenida se vieron anegados, recorridos por esta venida de agua que, una vez más, causó grandes barrizales, llegando a entrar el agua en muchas casas para la desesperación de sus dueños. Llovieron 55 litros en una hora y eso causó el desastre. Es algo muy vistoso y da mucha conversación, pues no es habitual ver tanta agua corriendo por las calles. La vez anterior, la riada de 2009, fue más abundante pues el nivel del agua iba más alto, pero esta tampoco fue pequeña precisamente.
No obstante, estos casos han de plantearnos si es posible evitar algo así, algo que lleva sufriendo Pedroñeras desde que es pueblo, más aún desde que ha crecido por esta zona "maldita" en este sentido. Los diques y el canal que se hizo en los años 70 y 80 son necesarios, es evidente, pero insuficientes a ojos vista de lo acontecido. Todo esto por no hablar del desagüe público, viejo, sucio, con atascos... que se muestra obsoleto ante las lluvias torrenciales y copiosas que hemos sufrido estos años. Hay quien lo achaca también a la construcción de la autopista, que retiene el agua y la hace salir por las salidas efectuadas convirtiéndola en caudalosos ríos. Todo eso habría que estudiarlo a través de un necesario estudio de campo y abordar con seriedad este grave problema. Más aún según está la imprevisible meteorología de un tiempo a esta parte. Es algo de lo que hablan todos.
En nuestro caso particular, estábamos de caña de feria y, cuando fuimos avisados, nos fue imposible entrar en casa durante unas largas horas en que temimos que el agua (de nuevo) se nos entrase en la vivienda como sucedió la vez anterior. Por dos dedos no sucedió, lo que no quitó para que luego tuviésemos que estar limpiando la puerta de la calle a base de goma y cepillo. Lo hicieron muchos otros vecinos, de modo que cuando pasaron días después de las fiestas a limpiar las calles y aceras gran parte de estropicio estaba solucionado.
El día de la riada acudimos a la avenida Sebastián Molina y grabamos unos vídeos (caseros; no esperéis gran cosa) y tiramos algunas fotos. Si los veis en orden, veréis cómo el agua va llegando poco a poco hasta convertirse en un río interminable, cuya agua iba ras con ras con los bordillos de las aceras.
LOS VÍDEOS (zona de la Avenida)
LAS FOTOGRAFÍAS (zona de la Avenida)
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