Malvasía en la laguna de El Taray.
por Job Moya Peraira
Hay muy pocos lugares, no sólo en España, sino en todo el mundo, en los que poder observar el ave que hoy vamos a presentar. A mediados de la década de los setenta del pasado siglo apenas se contabilizaron 22 individuos en toda España, concentrados en determinadas lagunas del sur de la provincia de Córdoba. La especie se encontraba gravemente amenazada y en serio peligro de extinción, no por la caza –que también-, sino por la desecación de lagunas y consecuente pérdida de hábitat.
Las medidas legales de protección, tanto de la especie, como de su hábitat (lagunas no muy grandes, de profundidad media y ricas en vegetación acuática debido al exceso de nitrógeno) han permitido conseguir una población actual ligeramente superior a los 2.300 individuos. Sigue siendo, por tanto, un ave escasa en España, y aunque ya no corre peligro de extinción, se trata de una especie bastante vulnerable.
La supervisión del riego, el control de los niveles de los acuíferos, y la restauración de cauces, han permitido recuperar ciertas lagunas perdidas, como la de El Taray, en los confines del término de Las Pedroñeras y Las Mesas. Con la laguna, se ha recuperado todo su ecosistema asociado, en el que destaca la presencia de un peculiar pato buceador, la malvasía (Oxyura leucocephala), al que dedicamos por méritos esta entrada, pues es el único lugar de la provincia de Cuenca donde puede observarse en época reproductiva. No obstante hay citas de grandes concentraciones invernales en la laguna de Manjavacas, de hasta 200 individuos.
El macho de malvasía es inconfundible; el nombre específico latino “leucocephala” significa literalmente “cabeciblanca”, mientras que el genérico “oxyura” hace alusión a su rígida y puntiaguda cola, muy diferente de la de otros patos. La base del pico es mucho más gruesa que el extremo, confiriéndole el aspecto de un pato “boxeador” -si se me permite la comparación-, de color azul celeste característico cuando está en celo. El dorso es de color pardo-rojizo, bastante intenso y brillante, siendo en conjunto una de las aves acuáticas más originales y bellas de nuestros aguazales. La hembra es pardo rojiza, con las mejillas pálidas, surcadas por una franja del mismo color castaño o pardo.
A diferencia de otros patos, no le gustan las aguas someras ni demasiado profundas, y prefiere las aguas algo salobres y ricas en nitratos (eutrofizadas), que favorecen la proliferación de carrizos, ovas y otras algas de las que se alimenta. Evita las lagunas frías, demasiado arboladas o umbrosas, tanto como las expuestas y desprovistas de vegetación. Necesita para anidar la presencia de vegetación acuática como el carrizo, los juncos, la enea, masiegas o castañuelas.
El Taray es muy probablemente el único lugar de nidificación en toda la provincia de Cuenca. Ha sido citada como invernante en la laguna de Manjavacas, y sólo la Laguna de El Pueblo en Pedro Muñoz (Ciudad Real) mantiene poblaciones residentes y estables. Puede observarse también en otras lagunas de La Mancha, como las de Alcázar de San Juan (Ciudad Real) o Los Charcones de Miguel Esteban (Toledo). Fuera de España, quedan algunas parejas en lagunas del norte de África (Argelia y Túnez), pero sobre todo en Turquía e Irán, en áreas con clima muy similar al de la Península Ibérica, donde pasan el invierno las malvasías que crían en las estepas de Rusia, Kazajstán, Uzbekistán, Turkmenistán, etc.
Seguramente habrá quien piense que "no se gana nada" con mantener lagunas y criar patos, pero en un mercado tan globalizado y exigente, cada vez son más los consumidores que se preocupan por la manera de obtener el producto, y si ésta es respetuosa o no con el entorno. Algunos productores han entendido que la conservación de la naturaleza es un valor añadido a sus productos, aplicando no sólo técnicas de cultivo más respetuosas, sino convirtiendo la fauna, y concretamente a la malvasía -ver fotografía adjunta- en etiqueta de calidad.
(Todas las fotografías están tomadas en El Taray, el 14 de abril de 2018)
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