LA CALLE GARCÍA IZQUIERDO Y HABITANTES DE PRINCIPIOS DEL S. XX. HASTA LA DÉCADA DE LOS AÑOS SESENTA | Las Pedroñeras

domingo, 22 de septiembre de 2024

LA CALLE GARCÍA IZQUIERDO Y HABITANTES DE PRINCIPIOS DEL S. XX. HASTA LA DÉCADA DE LOS AÑOS SESENTA


por Pedro Sotos Gabaldón




En la esquina de los números pares estaba la tienda de comestibles de Antonio Hergueta y su señora. Tenían dos hijos: Antonio y Fernando. Fernando jugaba en el equipo de fútbol, era de constitución fuerte y jugaba de defensa derecha,  era muy difícil de sobrepasar. Se le conocía por el mote "Nete".


Seguidamente venia la familia de los "Menchores" de cuyos nombres no me acuerdo, sé que tuvieron cuatro hijos: Florencio, Manolo (a Manolo se le conocía por  Lolo") la hija estaba casada con Luis que se le conocía como Luis el de Miravillas.

En el número cuatro vivían los hermanos Fermín y Víctor. Víctor tenía el apodo de "Víctor Uña" así se le conocía en el pueblo, Víctor emigró del lugar como otros muchos lo hicimos. Fermín  tenía unas parcelas en la Vega de la Blanca, y cultivaba hortalizas.



En el número seis vivía la señora Pura con su hija,  la señora Pura era viuda y  desconozco el  nombre de su esposo. La señora Pura tuvo una hija cuyo nombre era Pura. Después de la señora Pura pasó la casa a manos de la familia de Antonio "el choto"  así se le conocía en el lugar, su señora se llamaba Hortensia, hijos: Antonio,  Lucía y Agustina. "El choto" se dedicaba a la albañilería. 

En el número ocho vivía el matrimonio Miguel Membrilla y  su esposa Maria "la Rocha" de apodo. No tuvieron hijos. Miguel se dedicaba a la construcción. 

En el número diez venía la vivienda de Santano, mi bisabuelo, que fue pasando de padres a hijos, de manera sucesiva, siendo Julio y  su esposa Pascuala, mis padres, que fueron los últimos de disfrutarla con su familia e hijos: Manuel, Elena, Pedro, Lucía y Julia. Se dedicaba a la agricultura.

En el número doce vivía la familia Aurelio el de la "Podruana" y  su esposa Dolores. Tuvieron cinco hijos: Maria Jesús, Aurelio, Vicenta, Román y Maria José. Aurelio era muy bromista y cuando tenía una visita, como era costumbre, al visitante se le invitaba pasar a la cocina donde se tenía la lumbre, y en el fogón, al lado de este estaban los gatos (que tenía un par de ellos). Y si el visitante le preguntaba como se llamaba los gatos, él les contestaba que se llamaban "Miscojones". El visitante se sorprendía y  le decía "¡hombre no te enfades!" Y él les decía que no se enfadaba. Y les decía "ése se llama "Misco" y ese otro se llama "Jones"", por lo tanto les llamo Miscojones.  Se dedicaba a la agricultura.

En la puerta siguiente, en el número catorce, estaba la familia Francisco Frascuelo y su esposa María Luisa y  tuvieron tres hijos: Josefina, Anuncio y Maria Luisa. Buena gente. Se dedicaban a la agricultura.

En la acera del lado izquierdo de la calle García Izquierdo, los números nones en el número uno vivía la familia, Nemesio Pacheco y  su esposa Juliana, hijos: Nemesio, Vicenta, María e Isidora. Nemesio regentaba una carnicería.

En la puerta siguiente estaba la familia de los Cañeros. Tenían cuatro hijos, Manolo, Agustín, otro hijo y otra hija que desconozco sus nombres. Emigraron a Barcelona, Manolo se hizo torero junto con su hermano Agustín. Hacían pareja en los ruedos. Un año torearon una novillada en las fiestas del pueblo y todo el lugar se volcó con ellos, después no se supo más de ellos. Al emigrar vendieron la vivienda comprada por Celestino Careto.

Más adelante estaba la casa de la hermana Mada que hacía esquina con la calle del Santo Sepulcro. La hermana Mada era comadrona, le gustaba atender a las mujeres que lo necesitaban, sin ningún interés económico.



En la  siguiente puerta estaba la familia Celestino y  su esposa Paula. A la señora Paula se le conocía con el apodo "la Pava" tuvieron tres hijas: Josefa, Pilar e Isabel... también emigraron. Celestino era hijo del hermano Senén, Celestino se dedicaba a la albañilería.

En la siguiente puerta vivía el hermano Senén el padre de (Celestino que he nombrado anteriormente), y su señora Rogelia. La señora Rogelia tenía un temperamento muy enérgico. Parecía estar siempre enfadada consigo misma. Siempre estaba con la puerta de la calle ya que esta estaba muy destartalada y  no  podía cerrarla bien, y siempre decía: "Voy a comprar una cerradura de tres cajones", cerradura que nunca compró. El hermano Senén (su marido) era peón caminero, tenían tres hijos: Celestino, Emilia y Dorotea.

En la puerta siguiente vivía la señora Fabiana. Fabiana era viuda, tenía tres hijos: Garrido, Deogracias y Sole. Garrido fue jugador del equipo de fútbol del equipo del pueblo. La hermana Fabiana siempre estaba vigilando las calles del barrio, le gustaba recoger los excrementos de las mulas y de los burros que depositaban en el suelo cuando pasaban por el barrio, tanto era así que a la hora de sacar la basura (el estiércol) para llevarlo a echar a los viñedos, tenía más basura que muchos labradores. Hay que tener en cuenta que ella no tenía animales de labranza. 

En la puerta siguiente habitaba la familia Francisco "el guardeja" y su esposa Juana. Tuvieron tres hijos: Eusebio, Carmen y María Luisa.

En la siguiente puerta estaba la familia Máximo y su esposa Teresa. Teresa tenía el apodo  "Ratilla". Máximo fue guarda de monte. Tuvieron cuatro hijas:  Raimunda,  Olimpia, Sofía y Esperanza.

En la siguiente vivienda vivía la familia Catalina, Catalina era viuda y tenía una hija que se llamaba Victoriana. Catalina se casó de segundas con Dionisio apodado "Matoto". No tuvieron descendientes.

En la puerta siguiente vivía la familia Alejo y su esposa Segundilla. Tuvieron ocho hijos: Segundilla, Francisca, Isabel, Sagrario, Nati, Rafael,  Alejo y Mateo. Mateo era muy famoso en el pueblo,  ya que jugaba al fútbol como los propios ángeles, era muy rápido con sus regates en corto, dejando sentados a los rivales contrarios, le tenían pánico en toda la comarca.

La vivienda siguiente la habitaba la familia de Pepe "el Pavo" su esposa se llamaba Bernabela, no tuvieron hijos y adoptaron a una niña que se llamaba Mari Carmen.



Estas casas desde el número 11 al 19 tenían grandes patios tipo galería, muy alargados y en el fondo tenía la vivienda. En estos patios solían citarse los vecinos en las noches de verano para charlar de cosas cotidianas hasta altas horas de la noche. Era como si fueran todos familia. Era un barrio con muy buena armonía. Había un patio que destacaba sobre los demás, era el patio de los "Alejos" por ser el mayor de ellos. Este patio tenía, además de ser el mayor,  la peculiar estructura de tener todo el suelo de roca viva y además también tenía un pozo perforado en la roca, eso sí, el agua era un poco dura, es decir, (salobre). Con lo apreciado anteriormente los vecinos se fueron poco a poco, dejando el roce de tal modo y discretamente por culpa de la visita de un intruso que vino  para quedarse, llamado radio, que nos trastornó nuestra forma de vivir y nos truncó viejos modos y costumbres de vida. Y las noches de verano se fueron perdiendo en el olvido. Este aparatito nos encerró en casa en silencio y sin esfuerzo. De esta forma se perdieron las noches de velada que tanto disfrutaron vecinos de aquel entonces.

Quiero dejar constancia que entre los números 12 al 19. En este punto de la calle García Izquierdo  existe una pequeña plazoleta, donde existe rumores sin veracidad de que en esta plazoleta estaba ubicada la Ermita de Santa Ana, pero nadie a ciencia cierta me ha podido aseverar  de que así sea. Todo es paranoico y se pierde allá por la noche de los tiempos (no hay respuesta).

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