La mujer de Pedroñeras en las coplas y cantares pedroñeros (3) | Las Pedroñeras

jueves, 14 de febrero de 2013

La mujer de Pedroñeras en las coplas y cantares pedroñeros (3)



Continúo con mi repaso de los cantarcillos populares dedicados a la mujer de Pedroñeras, así que, publicadas la primera y segunda entradas, vamos ahora con esta, esta vez con cantares correspondientes con los números 1066, 1069 y 1070 de mi Cancionero popular de la Mancha conquense (al oído: aún a la venta).




Bien, para empezar tengo que deciros que la comparación de las mujeres del propio pueblo con las de las localidades vecinas resaltando las cualidades de aquellas con respecto a las de estos (que salen casi siempre mal paradas) es un tópico en la poesía popular, como tópicos suelen ser los esquemas estructurales en los que se basan. Pero vayamos a las coplillas.

Dice así la primera que recogemos:

En El Pernoso no hay mozas 
y en La Mota son pequeñas. 
El que quiera buenas mozas 
que se venga a Pedroñeras. 

En primer lugar, tengo que aclarar que "El Pernoso" no es otro pueblo que El Pedernoso (solo los pedroñeros le llamamos así), a 7 kms. de la capital del ajo. La Mota no es sino Mota del Cuervo (a unos 18 kms.). Fijaos que en la exageración está la mentira. Claro que hay mozas (y había) en El Pernoso, de hecho fijaos que aún sigue existiendo: de no haber habido mozas la descendencia hubiese sufrido un parón irremediable que hubiese acabado con dicho pueblo, del que al final solo hubiesen quedado las casas. Y en La Mota, por lo que he visto, son semejantes en tamaño a las que se crían por aquí a base de ajos y otras saludables viandas. Además, fijaos que en otros cantarcillos se elogia a la mujer pequeña, desdiciendo con esto tal consideración despectiva. ¿Y el final? "El que quiera buenas mozas -dice- que se venga a Pedroñeras?" Como si por aquí estuviesen dispuestos a repartir con los forasteros las bellezas de estos pagos. No, no, que ya sabéis aquel otro de "A pueblo forastero vas a pretender: vienes a darla o a que te la dén", así que si lo que ofrecemos es buen ganado, el que viene a darla es el de fuera, ¿no?

Vayamos con el segundo:

En Belmonte cayó el ramo, 
en El Pernoso, la hoja, 
y en Pedroñeras cayó 
la flor de mozos y mozas. 

Para empezar, he de contaros una anécdota. José Torralba es un hombre que se dedicó a esto mismo que yo hago: recuperar material folclórico referente a la poesía tradicional, centrándose, en su caso, en la provincia de Cuenca (Cancionero popular de la provincia de Cuenca, 1982). El importante material solía recogerlo en grabaciones, de tal modo que cuando trataron de transcribir esta (que recogen aquí mismo, en Pedroñeras) escuchaban ese "Pernoso" o-algo-parecido y no supieron ni cómo pasarlo al papel (al no identificar esta palabra con Pedernoso), de modo que, con los cambios pertinentes lo dejaron de "pernacho", palabra que por aquí no significa nada en absoluto. Pero es más: Belmonte -para acomodarlo al cambio efectuado- pasó en la estrofa a ser "el monte": Así: "En el monte cae el ramo, / en el pernacho la hoja". En fin, que nos echamos unas risas y p'alante.

Es otra estructura adaptada a este pueblo, con el beneficio consiguiente, que podemos escucharla en otras localidades. El ramo, la hoja y la flor parece que caen como maná del cielo solo que la distribución es poco equitativa, de modo que lo mejor, la flor, siempre para el pueblo propio. Por lo tanto, si se pusieran a florear en la comarca a las buenas mozas, todos irían a trabajar al tajo de Pedroñeras, pues en el resto solo encontrarían destrío.


Y el último:

Robledo tiene la fama 
de las muchachas bonitas. 
¡Que vengan a Pedroñeras 
a ver a las buenas chicas! 

Robledo ha de referirse a Villarrobledo, pueblo (ciudad quizá mejor) albacetense limítrofe con Pedroñeras por el sur. En primer lugar, Villarrobledo ni tiene fama de muchachas bonitas ni nada, ni creo que la tuviese hace 60 años. Aquí en la Mancha las muchachas de unos pueblos y otros se parecen bastante: hay guapas y feas, de todos los colores, como en botica. El caso es que el cantar viene a decir que de la fama no se come, sino de realidades, así que quien quiera una buena muchacha que se deje aconsejar por las que muestra el autor de este poema: en Pedroñeras las hallará a porrillo.

©Ángel Carrasco Sotos



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