El nombre de nuestro pueblo: Las Pedroñeras (1) | Las Pedroñeras

domingo, 25 de marzo de 2012

El nombre de nuestro pueblo: Las Pedroñeras (1)

Pedroñeras 30 Días, número 68, noviembre de 2007

En el artículo, que se publicará en dos partes, se aventuran distintas hipótesis sobre el origen del nombre de nuestro pueblo y se recorren estos claroscuros como un mero acercamiento que puede abrir expectativas de solución. 


Hace poco, visitando en Internet un foro de opinión pedroñero (algo viciado, por cierto) observé cierto interés o inquietud por conocer el origen del nombre de nuestro pueblo. Adelantaré aquí lo que yo humildemente he podido averiguar y deducir, alentado, por otra parte, por mis alumnillos de Secundaria a los que tanto aprecio y que tan interesados los veo siempre en estos temas locales. 

En principio, las líneas que siguen son grosso modo las que iban a encabezar el apartado en el que comento nuestra toponimia en ese mapa histórico de Las Pedroñeras en el que sigo trabajando, así que espero que sirva de aperitivo al que guste de estas cuestiones. Iré desgranando algunos puntos polémicos y de la respuesta a los mismos se irán extrayendo las conclusiones siempre provisionales al respecto de este espinoso asunto. 


¿Existió un tal Pedro Heras?

Es lo que aprendimos desde pequeños, pero desde el principio (¡lo siento!) hay que descartar esta hipótesis legendaria, es decir, aquélla que partiendo de una etimología popular trata de explicar el nombre de “Pedroñeras” a partir del de “Pedro Eras” o “Pedro Heras”; de modo que nos conviene encontrar soluciones más fiables. 

Puesto que algunos se preguntarán por qué tenemos que prescindir de tal supuesto, al ser hipótesis muy asentada entre el pueblo, no nos abstendremos de intentar una demostración al menos aproximativa. 

Bien; atengámonos a lo que nos han contado. La explicación tradicional asegura lo siguiente: En el lugar en que se funda el pueblo existía una, al parecer, venta de Pedro Eras o Heras, y fue del nombre de tal señor del que procede el de nuestro pueblo (como en el caso del municipio de Pedro Muñoz, por ejemplo, cuyo eco quizá está detrás de esta conjetura). Esto nos lleva a pensar que en su origen el pueblo se llamaría Pedro Heras y, posteriormente, la unión de nombre y apellido derivaría en el Pedroñeras actual. 

Por descontado, la aparición del artículo “Las” no tendría sentido escribirlo en un principio (*Las Pedro Heras) y sólo surgiría cuando el nombre sufriera una deslexicalización y perdiese su significado primero. Hasta aquí todo sería correcto. 

Pero aseguro: 

1) Que el nombre de Pedro Eras o Heras no figura en ningún documento antiguo (tampoco moderno). En los primeros manuscritos conservados en los que se cita nuestro pueblo siempre se hace con el nombre de Las Pedroñeras. En uno de 1282 (copia del s. XV) se dice: “leídas nos, los dichos jueces y alcaldes presentamos a dichos omes [hombres] buenos de Las Pedroñeras si tenían...” Posiblemente su fundación se produciría en fechas no muy anteriores a la citada, por lo que es imposible una deslexicalización tan rápida. 

2) El nombre de Pedro por estas fechas de los siglos XII o XIII se pronunciaba (léase también “se escribía”) por lo general Pero (de ahí proviene el hipocorístico Perico). Recuérdese, por poner tan sólo unos pocos ejemplos entre otros muchos posibles, a aquel caballero del Cid llamado Pero Vermúez [Pedro Bermúdez], la famosa Crónica de don Pero Niño (del siglo XV), o, por último, al canciller Pero López de Ayala (m. 1407), autor del conocido Rimado de Palacio

Más aún, me atrevería a decir que no era común el tal apellido Eras o Heras por esta zona en esta época, si es que funcionaba ya como apellido en las fechas de fundación del pueblo, cosa de la que dudo. (Sí documento un “Pedro de las Heras” en San Clemente en la relación que de sus vecinos se hace en 1445; aunque ninguno con este apellido en la que se hace en la misma fecha en Las Pedroñeras). 

3) El sonido [ñ] (nasal palatal sonoro) es imposible que derive de la conjunción de los sonidos [o] y [e]. Menos aún brotar por sí mismo entre dos sonidos (como una lechuga entre dos coles), como lo habría hecho en el caso de que el nombre de nuestro pueblo proviniese de ese tal Pedro Heras o Eras, que a todas luces se nos hace espurio. Esto, los que han hecho la carrera de Filología Hispánica, y por lo tanto han estudiado fonética y gramática histórica, lo saben desde el primer curso. 

Simplificando mucho, el sonido [ñ] en castellano proviene de la unión en una palabra latina de n + yod (vinea > vinia > viña), n + n (annil > añil o annu > año) o g + n (lignum > leño), si bien su representación gráfica en la Edad Media es variable (nn, gn, ng, ni, in...), más aún en los romances preliterarios (remito a la Historia de la Lengua Española, de Rafael Lapesa). Parece ser que tal grafía ñ se documenta por primera vez en 1295 y desde entonces en diversas ocasiones, si bien se generaliza a partir de 1492 con la Gramática de Nebrija. Esto quiere decir que la escritura del nombre de nuestro pueblo sería en un principio otra (aunque, en cualquier caso, la grafía que apareciese sería representación del sonido nasal palatal referido). 

4) Por último, dudo de que en la época de la repoblación de estas tierras conquistadas a los árabes existiese aquí venta alguna. 

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©Ángel Carrasco Sotos.

2 comentarios:

  1. ja ja ja .... Muy bien, queda claro. La leche que coco, Pedro Eras o Heras no figura en ningún sitio, pero Angel Carrasco no te quepa duda que figurará por siempre je je je ....

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    1. Lo que no deja de ser una tragedia, jajaja, un homenaje a la estulticia, peeeero qué le vamos a hacer. Al menos lo intentamos cambiar para que prevalezca la VERDAD. (más aún cuando le pusieron a lo de Pepito ese nombre pues la cosa se extendió más aún). En fin, en fin.

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