Cartel del espectáculo cómico-taurino en las fiestas de las fiestas de Las Pedroñeras de 1968 | Las Pedroñeras

martes, 20 de agosto de 2024

Cartel del espectáculo cómico-taurino en las fiestas de las fiestas de Las Pedroñeras de 1968

 


Se acercan nuestras fiestas locales y he pensado que podía ser de vuestro interés este cartel de toros del año 1968. En realidad no es estrictamente de toros como quien dice, sino de un espectáculo en el que se incluye la lidia de dos novillos y que, claro está, se realizaría en el interior de esa típica plaza de toros portátil que cada año se monta en nuestras fiestas para llevar a cabo este tipo de actos.


La actuación se anuncia para el martes día tres de septiembre de ese año 68. Yo no había nacido aún, pero estaba vivo. Quiero decir que ya vivía dentro del vientre de mi madre, aunque era aún muy pequeñito, apenas como un garbanzo. El evento se proclama Espectáculo cómico-taurino-folklórico, un popurrí de la más diversa naturaleza dividido en cinco partes:


1) Presentación del espectáculo bajo la dirección del director más aclamado, EL GRAN KIKI.

2) A continuación, el cante, con artistas de la talla de Manolo Alegrías, Maribel de Tánger, José Feito, Carmina Martín, Mary Fuentes y la orquesta Los Ye-yés.

3) Seguimos con "toros": lidia y muerte de un novillo a cargo del valiente novillero Anastasio Pérez, que está asistido por su cuadrilla de banderilleros, con el sobresaliente Miguel Castaño.

4) Presentación de la banda cómica Los Claveles, una atracción cómica musical dirigida por El Gran Kiki, con las últimas melodías del momento: "Marionetas en la cuerda", "Volando", "Submarino amarillo" o "La felicidad". Y muchas más alegrías: "La - La - La", "El gato montés", "España cañí" o "El cordobés".

5) Como no podía ser de otro modo, todo termina con otra lidia (y muerte) de otro novillo por parte de los reyes del toreo cómico, El tío Caracas (el auténtico paleto), Gran Candelas (el ye-yé de los ruedos) y Don Ropilla (el hombre de las mil carcajadas).


Otros datos aparecen, como veis, en el cartel. Era una manera de pasar una tarde de fiestas, acompañando los olés y las risas con buenos tragos de vino del botillo. Se trataba de un tipo de espectáculos que, poco después se llamó empastre, con el bombero torero y los enanitos que tanto hacían reír al respetable. ¿Quién no ha asistido alguna vez a este tipo de actuaciones dirigidas tanto a grandes como a chicos? Con el tiempo decayeron. A las cuestiones morales se unió la falta de interés por este tipo de espectáculos.

En fin, un documento histórico de nuestro pueblo que, en mi opinión, debía formar parte de este blog pedroñero.

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