La AVETARDA, el ave más pesada capaz de volar: Fotografías de la zona

por Job Moya Peraira

Pocas especies hay tan emblemáticas de esta tierra y comarca como la que vamos a conocer a continuación. Su gran tamaño (1 metro de altura por 1,15 de longitud) y envergadura (hasta 2,5 metros) hace de ella un verdadero gigante alado. Pero lo que realmente la hace singular es su extraordinario peso, ya que puede superar los 12 kilos, siendo el ave más pesada del mundo capaz de volar. Aves más pesadas como el pavo norteamericano, el emú australiano, el ñandú sudamericano, o el avestruz, han perdido completamente la capacidad de alzar vuelo.

La avetarda o avutarda (Otis tarda) es un ave ciertamente enorme, propia de las estepas de Asia oriental (Manchuria y centro-norte de China, Mongolia) y central (norte de Irán, Turkmenistán, Uzbekistán, Kazajistán y Anatolia), así como las llanuras cerealistas europeas (Hungría, Alemania y España), concentrando la Piel de Toro prácticamente la mitad de toda la población mundial, es decir, unos 25.000 ejemplares, de los cuales 4.500 se alimentan y crían en La Mancha. En Las Pedroñeras puede observarse por la zona de Navalcaballo, con dirección a la Alberca de Záncara.

Debe su nombre a que le cuesta levantar el vuelo debido al peso. A menudo tiene que emprender una pequeña carrera para poder elevarse, por eso rehúye las tierras perfectamente llanas, buscando siempre pequeñas colinas despejadas u oteros desde los que vigila el terreno y aprovecha mejor las corrientes que le permiten alzar vuelo, en caso de amenaza.

Puede vivir hasta 15-16 años en libertad, soportando enormes contrastes de temperatura y atroces sequías. Aunque no emigra, se desplaza localmente según la disponibilidad de alimento y agua. El 50 % de su dieta es vegetal (hojas de leguminosas, alfalfa, diente de león, acelgas silvestres), siendo los invertebrados un componente importante de su dieta (hasta un 40 % la constituyen hormigas, escarabajos, grillos y saltamontes). Contrariamente a lo que puede pensarse, solo un 10 % de su alimentación está formada por semillas, principalmente legumbres (lentejas, yeros, garbanzos, etc.). En invierno pueden alimentarse de aceituna desechada y ocasionalmente de uva, e incluso podría engullir algún roedor o topillo.

En época de cría, los machos pelean por un alcor o altozano, donde exhiben sus características barbas y ahuecan el plumaje para parecer más grandes y vigorosos. Las hembras. según la disposición y vistosidad de los machos, eligen con cuál aparearse e incuban en solitario. El afán por ser el mejor reproductor puede llevar al macho a la muerte, pues para hacer más intenso el color de su plumaje, suelen ingerir “aceiteras” (Berberomeloe majalis), un escarabajo que contiene altas concentraciones del alcaloide “cantaridina”, que potencia el color y el vigor sexual del macho, pero que resulta altamente tóxico.

Su caza está actualmente prohibida y penada, pues en los años 60 estuvo al borde de la extinción, ya que se cazaba incluso desde avionetas. Convendría hacer bebederos poco profundos en las zonas donde habita, pues el nivel freático actual, impide que mane el agua en las vaguadas y vegas donde solía hacerlo. La desaparición del barbecho, las labores tempranas del rastrojo y los herbicidas le perjudican gravemente y solo el 20 % de los pollos, llega a la edad adulta. Por el contrario, le beneficia el barbecho, la siembra de camuñas o leguminosas, y la presencia de viñedos, almendros y olivares tradicionales.

[Todas las fotografías de esta publicación son de Job Moya Peraira, tomadas en la zona de Tres Juncos y Osa de la Vega].