El búho chico - Aves de nuestra Mancha 3 (fotos originales) | Las Pedroñeras

martes, 11 de julio de 2017

El búho chico - Aves de nuestra Mancha 3 (fotos originales)

Socuéllamos (junio)
por Job Moya Peraira




Una de las rapaces nocturnas más difíciles de detectar es el búho chico (Asio otus), mayor que el mochuelo, pero algo más pequeño que la lechuza. Su canto es difícilmente perceptible de lejos y su mimetismo con la corteza y ramas de los árboles le permite ser prácticamente invisible, incluso a escasos metros. Sólo los meses de junio y julio es fácil encontrar jóvenes relativamente confiados, en pequeños pinares, jardines e incluso huertos.


Cerca de La Celadilla (El Pedernoso), 7 de julio


Le gustan los bosques pequeños rodeados de espacios abiertos en los que poder cazar, especialmente pinares de pino piñonero (Pinus pinea), de los que aún quedan buenas muestras en Las Pedroñeras, El Provencio, San Clemente, El Pedernoso y Belmonte. Anida en viejos nidos de córvidos (urracas, grajas –cornejas-, etc.), en pinos, almendros u olivas abandonadas. Pone los huevos (3-5) en pleno invierno y para finales de marzo los pollos son capaces de hacer sus primeros vuelos; así adapta su ciclo vital al de los pequeños roedores, de los que mayoritariamente se alimenta.


Socuéllamos (junio)

En nuestra comarca es sedentario, es decir, está presente todo el año, pero en lo más crudo del invierno llegan numerosos individuos del centro y norte de Europa, que a menudo forman dormideros en un gran pino o encina. Se puede confundir con otro visitante invernal, el búho campestre (Asio flameus), que no tiene las características “orejas” del búho chico y tiene las partes inferiores más pálidas. El búho campestre se refugia en vegas y acequias con juncos y carrizos (Laguna del Taray, Manjavacas, Pantano de los Muleteros, etc.), rara vez en bosquetes o arboledas como el búho chico.


Socuéllamos (junio)


La parábola que forma la cara del búho chico le sirve de pabellón auditivo y las plumas que se disponen a modo de cuernos, le permiten “gesticular” y comunicarse con otros individuos de forma silenciosa. Una mancha blanca en forma de "X" separa sus ojos de forma característica. Las rapaces nocturnas tienen los ojos en posición frontal, en lugar de tener uno a cada lado -como la mayor parte de las aves-; ello le permite, como a los humanos, tener visión estereoscópica, siendo capaz de localizar una pequeña musaraña o lagartija entre la hojarasca con precisión milimétrica. La existencia de un solo cóndilo en la base del cráneo –así como su tipo de configuración vascular y nerviosa- le permite girar la cabeza ¡casi 360 grados!, lo cual le confiere enormes ventajas para localizar presas de forma estática en un posadero.


Egagrópilas en Tresjuncos (mes de junio)


Ingiere a sus presas enteras, regurgitando posteriormente las plumas, el pelo, los huesos, dientes y uñas en forma de bolas o “pelotillas” grises, denominadas egagrópilas, que a menudo delatan su presencia.


Cerca de La Celadilla (El Pedernoso), 7 de julio

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