Voces sencillas del pueblo (2): Gitanos y Mendizábal | Las Pedroñeras

sábado, 28 de marzo de 2015

Voces sencillas del pueblo (2): Gitanos y Mendizábal


por Fabián Castillo Molina




La semana pasada, por un lado hicimos una prueba para comprobar si el registro de la voz y la forma de expresión de quien habla es suficiente para que otras personas le recuerden una vez que han pasado varios años, o el olvido lo invade todo en poco tiempo cuando el ciudadano es humilde, sencillo.
     
Por otra parte, pudimos escuchar también algunas expresiones que mostraban los miedos de los niños y niñas no tan chicos. Por ejemplo Rufino decía que un “sacasebos” venía en un caballo y… luego el “sacasebos" resultó ser un abogado y administrador de las fincas que pisaban. Esta secuencia que contaba nuestro protagonista transcurría en tierras de El Colmenar, próximo a Rada de Haro, más conocida como La Errá” hace ahora cien años aproximadamente. El miedo que se inculcaba a los pequeños por estas tierras hasta los años sesenta del siglo pasado seguían siendo los mismos desde al menos principios de siglo. Decían los mayores “Que viene el bu”, “que vienen los gitanos”, el “sacasebos", el “sacamantecas” o  “cuando venga tu padre te vas a enterar”. También había mucho miedo a la oscuridad. Cien años después ¿a qué temen las criaturas de las mismas edades? ¿Y los adultos? ¿Sigue valiendo el dicho “El miedo guarda la viña”? ¿Para qué sirve el miedo? ¿Por qué el poder y los estados meten tanto miedo a la gente y por qué ellos temen tanto decir la verdad?

La lista de preguntas acerca del miedo o de los miedos es casi interminable, pero dejémosla ahí por ahora y, si alguien quiere dejar alguna respuesta, que la deje.

Hoy  añadimos unos cortes de aquella conversación mantenida en 1981, con Rufino Lopezosa Muñoz y su hermana Alejandra que intervenía con gusto de vez en cuando. Además de los miedos, aquí escucharemos hablar también de la relación de Rufino con Mendizabal y todavía quedarán varias historias más que contar para otra entrega o dos.

            Ya hace años que dejaron este mundo, primero Rufino y después Alejandra, pero sus voces están ahí en su presente y se mantienen sin envejecer, como si acabáramos de grabar la conversación. Tanto uno como la otra eran personas vitales, alegres, luchadoras, buena gente;  conscientes de sus años y de que ya llevaban un buen trecho del camino recorrido, pero que les gustaba que su palabra y sus vivencias quedaran retratadas de aquella forma para que luego, cuando ya no estuvieran todavía fuera posible seguir escuchándolos.

AUDIO



©Fabián Castillo Molina


No hay comentarios:

Publicar un comentario