Foto: Jesús Madrigal López
Hace unos días, Cirila Redondo tuvo la amabilidad de mostrarnos a todos este poema que versa sobre la Cruz del Coso pedroñera. La poesía es de Mª Jesús Guijarro y en ella se cuenta la historia de la actual cruz (antes de piedra, como se dice en el poema): quién fuera su creador y cómo se forjó en él la idea de dar cuerpo a esta Cruz del Coso a la que tanto debía. Queríamos dejar por aquí archivado este texto, en el blog Las Pedroñeras, y así lo hacemos para que siempre podáis acceder a él para leerlo, copiarlo o lo que a bien tengáis hacer. Agradecidos, como siempre, por esta singular e interesante aportación. La espectacular fotografía de arriba, por cierto, nos la cedió Jesús Antonio Madrigal López.
El misterio del Pilar
¡Oh, Cruz bendita del Coso,
Santa Cruz del Arrabal!,
desde siempre visitada.
De todos era el Pilar.
Todas las yuntas salían
al campo por el Pilar.
A la Santa Cruz del Coso
saludaban al pasar.
Las pilar que rebosaban
de un agua tan especial;
mientras las yuntas bebían,
llenaba la cuba el gañán.
Agua para todo el pueblo
y sobraba manantial.
Los más mayores decían:
"¡Esto es un brazo de mar!".
Al terminar la jornada,
vuelven por el Arrabal.
Todas las yuntas del pueblo
van a dar agua al Pilar.
Ellos vuelven tan contentos
porque saben que allí está
la novia que los espera
con el cantero al ijar.
Era moda en Pedroñeras
ir a por agua al Pilar
al encenderse las luces,
hora punta de llegar.
Esta cruz era de piedra,
una piedra sin tallar,
sin adornos, sin matices,
sin historia que contar.
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Por entonces dice un joven
que en quintas iba a entrar:
"Si me libro de la mili,
yo te tengo que cambiar.
La Santa Cruz le concede
el favor sin esperar.
Él se libró de la mili
y la Cruz seguía igual.
Él soñaba con la cruz,
no le dejaba parar:
"No me queda más remedio
que empezar a trabajar".
Él busca por todas partes
la forma de modelar
el misterio de la Pasión
que en su forja impreso está.
Reliquia que con sus manos
él mismo llega a formar
con trabajo, con desvelo,
con las ganas de pagar.
Este joven tan apuesto
su promesa cumple ya.
Señor Porfirio Guijarro,
tu recuerdo vivo está.
Un recuerdo para siepre,
un paso tan popular,
tantos que suben y bajan,
tantos que vienen y van.
¡Cuántas veces este Coso
nos ha parecido el mar!
Por los brazos de la Cruz
el agua llegó a pasar.
Cierta vez dos camiones
el badén va a cruzar.
Aunque cargados de fruta,
el agua logra volcar.
Tanta agua, tanta fuerza;
terrible fue el Arrabal.
Gracias a la Santa Cruz
se superó todo mal.
Para todos misteriosa,
aunque no tenga pilar,
será siempre Cruz del Coso,
Santa Cruz del Arrabal.
Mª Jesús Guijarro
El libro con todas las tradiciones pedroñeras
ÁCS
Me encanta...
ResponderEliminarQue bien contado!!!
ResponderEliminarQue gusto leerte abuela.Besos al cielo!
ResponderEliminarMuchas gracias por la crónica del fue tan bello lugar
ResponderEliminarAhora lo recordamos
Gracias a vuestra generosidad
Muy bonito
ResponderEliminarPreciosa poesía
ResponderEliminarYo eso lo he vivido
Muchos de los comentarios que se cuentan aquí,los que tenemos más de 70 años,los hemos conocidos.
ResponderEliminarMe encanta!!! preciosa historia, de nuestro pueblo, que nunca debemos olvidar.
ResponderEliminarTienes que estar en un buen sitio porque eras muy cristiana.Besos al cielo...tu hija
ResponderEliminarPreciosa me agustado mucho
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