Hoy es 3 de mayo, día de la Cruz en Las Pedroñeras, y por ello me apetece dejaros por aquí un texto que escribí hace tiempo y que, en principio, va a formar parte de un libro en preparación que llevará el título de Guía Secreta de Las Pedroñeras. Las tradiciones. Un extenso apartado está dedicado a hablar del calendario religioso y festivo tradicional de nuestro pueblo, centrándome en cómo era antes, y, bueno, el día de la Cruz forma parte de él. El texto dice así:
EL DÍA DE LA CRUZ
El día 3 de mayo se celebra el día de la Cruz de Mayo, y a partir de esta fecha estaba instituido por el pueblo que comenzaban las meriendas y las siestas (hasta el 14 de septiembre, día del Cristo).
Todavía permanece en nuestros oídos la música de los mayos y ya estamos metidos en otra fiesta. El día 2, quienes así lo tenían ofrecido comenzaban a vestir las cruces en sus casas, así como la del barrio del Coso. Vestir una cruz no es ni más ni menos que hacerle una altar muy adornado. La cruz se coloca en alto y, a sus pies, y escalonadamente, se van situando pequeños santos, otras cruces menores, el niño Jesús y otros ornamentos religiosos y florales, muchos de los cuales se han ido pidiendo por las casas para completar el conjunto. A la cruz se le cuelgan además medallas y cadenas.
En la noche del día 2 y durante el día 3 la gente acude a visitar las cruces particulares y, sobre todo la del Coso, que es como más de todos, y en una bandeja puesta allí al efecto se deja caer una limosna, o simplemente se le reza un poco y se echa la cascaílla. Esta cruz del Coso es de principios del siglo XX, no se vayan a pensar, de hierro, y era normal que la vistiese quien así lo tenía ofrecido ese año. No obstante, los viejos hablan de una anterior de piedra en este mismo lugar. Todo sería cuestión de investigarlo.
En las casas particulares, quien vestía la cruz solía sacar unos bollos o un trozo de rollo a los familiares que iban a verla. Si esto no ocurría, se decía con ironía que la cruz estaba torcía. Las cruces vestidas quedaban tan hermosas (una estética de monumento) que la gente de las localidades vecinas acudían a Pedroñeras a contemplarlas.
Era típico en este día merendar un trozo de rollo y un huevo cocido. Como también que la familia del novio invitase a la novia a tal merienda. El rollo de la cruz es una especie de bizcocho en forma de rosca cuyos ingredientes son harina, huevo, leche, gaseosas, azúcar, raspadura de limón y aceite. Está riquísimo.
Ese día había misa en la iglesia, no en la Cruz del Coso, como se hace desde hace unos pocos años a esta parte. Por la tarde se cantaban los mayos a la cruz y el arado de la pasión de Cristo, cuya letra podréis leer en los enlaces que os dejo (solo tenéis que pinchar sobre ellos).
El poema del arado se cantaba a modo de “mayos” dirigidos a Jesús. Alegóricamente se van describiendo las piezas que componen el arado tradicional tirado por caballerías; en él cada pieza simboliza, de modo metafórico, un elemento relacionado con la religión cristiana (de la pasión de Cristo, del duelo de la Virgen...). Es poema que podemos (o podíamos) oír en muchos pueblos manchegos, con diversas variantes, e incluso llegó a venderse en coplas. En el caso de Las Pedroñeras, la gente solía cantarlo este día –como decimos– junto a la Cruz del Coso.
[Ya sabéis que este es un blog abierto al pueblo; de modo que si alguno de vosotros tiene algo que añadir a los textos que en él se publican, ahí tenéis el apartado de los comentarios. Por supuesto, si alguno de vosotros quiere escribir cualquier cosa referente al pueblo, a su historia y tradiciones, solo tiene que ponerse en contacto conmigo y su texto aparecerá por aquí].
©Ángel Carrasco Sotos
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