Los lluvias que terminaron por poner en remojo al mes de mayo persistieron de manera intermitente durante el pasado junio malogrando con especial inquina la mayoría de las cosechas de ajos de nuestros paisanos, de modo que pocos se han librado, aunque, eso sí, los que han tenido suerte (que para todo hace falta) están vendiendo sus ajos a buenos precios. Hombre rico, hombre pobre, como la famosa serie de los 70, podría titularse este año la película para la vida de los agricultores pedroñeros. Nada puede hacerse, sino afrontar con el mejor ánimo la próxima campaña. Así se ha hecho siempre, de modo que al mal tiempo buena cara y a seguir adelante.