Visita a Antequera: El Torcal, Peña de los Enamorados y ciudad (primera jornada: junio 2018)

Alcazaba de Antequera (al fondo, la Peña de los Enamorados).

Después de visitas Acinipo y Setenil de las Bodegas, llegamos hasta el hotel (Los Dólmenes, ya fuera de la ciudad) y en él nos instalamos. La habitación nos gustó pues teníamos enfrente la peña de los Enamorados, que posee un magnetismo inusual. Como sabéis, desde la perspectiva antequerana al menos, asemeja la cara de un señor tumbado. Detrás de esta peña existe una leyenda. He aquí la versión que nos dejan en la página de turismo Antequera:

Parada en Setenil de las Bodegas (Cádiz): Imágenes y comentarios (pedroñeros por Málaga)

Nuestra idea del viaje es no parar demasiado, mientras las piernas aguanten. Como se dice, "nos encanta ver cosas". La cuestión es aprovechar el viaje extrayéndole su máximo jugo. Pero disfrutando. Si hay que para a tomar una cerveza, se para. Si un sitio merece más tiempo del previsto, pues bien aprovechado será. Nuestra próxima parada después de las ruinas romanas de Acinipo (ver) era dar una vuelta por el recomendable pueblo de Setenil de las Bodegas, otro de esos pueblecitos (no llega a los 3.000 habituantes) blancos cuyas casas-cueva al abrigo de roquedales abalconados merecían la pena... y además nos pillaba de paso antes de llegar a Antequera. ya habíamos dejado atrás Ronda, el Caminito del Rey y Ardales.

Nuestra visita a Acinipo (Ronda, Málaga): La ciudad romana y su teatro en imágenes

Una vez vimos Ronda (una visita fugaz, pero muy bien aprovechada: volveremos), salimos al día siguiente por la mañana hacia Antequera, que era nuestro siguiente destino. Si Ronda nos había impresionado, Antequera, patrimonio de la humanidad desde 2016 por bien fundados motivos, tampoco nos defraudaría. En Antequera dormiríamos dos noches antes de regresar a Pedroñeras (Cuenca), nuestro hogar. Pero antes de arribar hasta esta población malagueña, teníamos apuntadas dos paradas en el camino: el yacimiento arqueológico de Acinipo (quizá algo desconocido) y el pueblo de Setenil de las Bodegas. Con esas dos visitas deberíamos llenar la mañana, como hicimos. No nos defraudaron. Pero no adelantemos acontecimientos. Empecemos por esa primera parada: Acinipo.

Visita a la ciudad de Ronda (Málaga): Reportaje fotográfico y datos (junio, 2018) (serie viajecetes)

Plaza e iglesia del Socorro.

[PINCHAD SOBRE LAS IMÁGENES PARA VERLAS MEJOR]

Tras la visita mañanera al Caminito del Rey, dirigimos nuestros pasos (subidos en coche, claro) hacia la localidad también malagueña de Ronda (¡patrimonio de la humanidad, ya!). Era también una visita prioritaria. Nos alojamos en un apartamento barato que resultó estar de lujo (Casino, calle Molino): limpio, cómodo y céntrico, con una casera muy atenta que nos dirigió en el recorrido por la ciudad, los lugares que visitar y dónde comer o tapear.

El Caminito del Rey, Málaga: Fotografías e información (serie viajecetes: pedroñeros por Málaga)

[ACONSEJO PINCHAR SOBRE LAS IMÁGENES PARA VERLAS EN TODO SU ESPLENDOR]

No habíamos salido nunca de minivacaciones para este puente castellanomanchego, pero hemos regresado encantados, así que no descarto que Andalucía la vayamos viendo "a cachos" en años sucesivos aprovechando estas fechas propicias para ello, y no en verano, que es tarea imposible debido a las calores insoportables de tales meses. En fin. Hemos empezado por Málaga porque el objetivo primordial de este viaje era el recomendable (y recomendados fuimos) Caminito del Rey. Las opiniones e imágenes nos impulsaron a tomar esa iniciativa... y eso que tenemos que agradecer. Magnífica resultó la experiencia, pero con matices. El día de antes habíamos aterrizado en el pueblo de Ardales (por aquí os dejé mis impresiones)

Ardales y su iglesia (parada antes del Caminito del Rey): unas fotografías (serie viajecetes): Pedroñeros por Málaga

[NO OLVIDÉIS PINCHAR SOBRE LAS FOTOS PARA CONTEMPLARLAS EN TODO SU ESPLENDOR]

Pues teníamos acordada la visita al famoso Caminito del Rey malagueño a una hora temprana, reservamos para la noche anterior un apartamento muy barato (50 euros para los tres) en el cercano pueblo de Ardales. Es un pueblecito de casas blancas con unas cuestas que esa misma tarde (y después de cuatro horas y media en coche) nos sirvieron de calentamiento para lo que nos esperaba al día siguiente. Antes de cenar, nos propusimos acercarnos a su iglesia para ir haciendo hora y hambre. Subimos la empinada cuesta y allí nos esperaba un recoleto, pero interesante templo. Pues la puerta estaba abierta, entramos, y en su interior nos recibió Juan, un apasionado y venerable anciano que nos narró de primera mano los detalles del interior de la iglesia así como su historia. Lo hace para recoger unos duros a través de donativos, pero se agradece su presencia y no salir igual que uno ha entrado. Tras la visita fuimos a cenar a un sitio que se nos aconsejó, el Falco, que tiene buenas raciones y, si uno sabe elegir, con suerte puede levantarse del sitio con una sonrisa. Probamos también allí la cerveza artesana de la tierra: yo pedí una más que recomendable Bobastro (la otra opción era la llamada Caminito del Rey, de mayor graduación). 

Los récords del mundo, Bimbo, 1977: Descripción de la colección completa

A la vejez, viruelas. Pues sí, amigos, el coleccionismo de cromos estaba en mis años mozos muy extendido y yo era uno de los que no me perdía muchas de estas colecciones que iban saliendo año tras año y que nosotros podíamos adquirir a través de la compra directa de sobres o de pastelitos (cropanes les decíamos), pues muchos de estos venían acompañados de estos cromos; de hecho, al menos en mi caso, importaba más el cromo que el pastelito. (Y perdonad la parte blog de esta web, pero es que... no lo puedo evitar).

El mundo en guerra (a través de la historia), álbum Maga, 1979: Todas las imágenes

Portada.

Recuerdo perfectamente que en aquellos años, pues estos álbumes de cromos estaban como de moda, se promocionaban de pueblo en pueblo, o, por mejor decir, de colegio en colegio. Los representantes -imagino que al mismo tiempo que dejaban cajas llenas de sobres con cromos en las tiendas- se pasaban por las clases y dejaban unos sobres gratuitos y un álbum para que se rifase entre los alumnos. El señuelo funcionaba. Todos conocíamos la nueva colección y en cuanto conseguíamos el dinero necesario nos lo gastábamos en sobres de a duro y, por supuesto, en el álbum donde ir pegando esos cromos. Este titulado El Mundo en Guerra salió en 1979. Ha sido ahora cuando lo he conseguido completo a buen precio.

Ajo al nene: La primera palabra de los niños pedroñeros

Imagen tomada de Mundo Cactus.

Con mayor motivo que en ningún otro lugar, la primera palabra que los niños pedroñeros pronuncian ha de ser (por narices) AJO. ¿Cómo podía ser de otro modo precisamente en la Capital ¡mundial! del Ajo? No obstante, tal vocablo, que no deja de ser una interjección, ese ¡ajo!, ya se registra desde antiguo como de uso infantil en los primeros balbuceos del bebé. "¡Ajo! ¡Ajo al nene!": de esta manera, y de forma reiterada, desde que hay memoria, se ha incitado al niño pedroñero a que comience a hablar, a que se ría, como un modo amable y cariñoso con que nos dirigimos a él.

Mayo de 2018: Lluvias registradas en Las Pedroñeras

Refranes como Si quieres caldo, toma dos tazas o Cuando Dios está en joder, hasta las monjas paren, más allá de lo irreverente que pueda haber en esta última y otras frasecitas por el estilo que vendrían aquí de perlas, creo que son máximas o dichos que se adaptan totalmente a la situación por la que los agricultores ajeros están pasando este año, más aún los que tienen sembrados ajos chinos. Estos años anteriores, la cuestión meteorológica vino que ni pintada, pero en esta temporada el tiempo volvió el rabo para darnos con él en los hocicos. La lluvia no deja coger los ajos y estos en la tierra se van convirtiendo, en gran parte, en destrío. Creo que no faltará el escuchar tontás entre aquellos que no ponen ajos y que la envidieja les pudo estos años y, en general, entre los que necesitan del mal ajeno para acrecentar su ego (huid de ellos como de la pólvora). En fin, con mis mejores deseos para todos.